Brno es la segunda ciudad más grande de la República
Checa, después de la capital, Praga. Es una ciudad más familiar donde una gran
mayoría de su población son estudiantes. La vida allí es bastante agradable al no
ser una ciudad muy grande. Además, el transporte público está muy
organizado y es muy económico (existen bonos de tres meses que
salían muy bien de precio).
La comida en los supermercados está como en España aunque algunas cosas están más caras. Existen dos cadenas de supermercados
principalmente, Tesco y Albert. Aún así te salía mucho mejor ir a comer a algún
“menza” universitario, que por apenas un euro tenias un plato con carne mas
acompañamiento de arroz o patatas (ponían raciones generosas) y bebida. La
comida la verdad es que no variaba mucho: no salía de la carne con patatas o
arroz. Pero bueno, en algunos comedores también tenías la opción de pedir pizza
o sopas, muy típicas allí. Estaba lleno de sitios de comida rápida y también
había muchos restaurantes por los que apenas tres o cuatro euros comías como
aquí por 10 o 12.
La bebida típica por excelencia es la cerveza, hasta
tal punto, que es más económica que el agua. Se sirve en jarras de medio litro
e incluso en los supermercados se vende en botellas de plástico de dos litros
por un euro. Salir una noche de fiesta te puede salir realmente barato ya que
las entradas de los pubs te pueden costar 2 euros como mucho.
Como ya he comentado es una ciudad con mucho
ambiente universitario y sobre todo Erasmus, en su gran mayoría españoles y
polacos. Las discotecas son diferentes a lo que conocemos aquí, pero aún así
cada noche hay ambiente, se puede salir todos los días y existen una lista de
pubs y bares que visitar bastante interesantes.
El tema alojamiento te lo puedes montar como bien te
interese, existen varias residencias o también está la opción de vivir en un
piso. Yo particularmente estuve en Vinarska, una residencia que queda a unos 10
min del centro en tranvía. Era muy económica, 120 euros al mes y disponía de
baño dentro de la habitación y una cocinita en la que poder preparar cosas poco
elaboradas (pasta, tortillas, sopas…). La primera impresión impacta, porque la
verdad es que es un poco vieja, pero al final se le coge mucho cariño y acabas
viviendo más fuera de tu habitación que en ella, se forma como una gran
familia.
En el ámbito académico, decir que la facultad de
deportes pertenece al campus nuevo y las instalaciones son impresionantes. Un aspecto negativo es que la docencia es bastante floja, pero
bueno, lo mismo que enseñan exigen, ya que al final las notas han sido todas muy
buenas y los profesores bastantes permisivos. La mayoría de asignaturas que
teníamos eran deportes o excursiones de senderismo (cuatro días por las
montañas de Eslovaquia). En muchas de las asignaturas el único requisito era la
asistencia o la realización de alguna presentación, pero en ningúna asignatura
tuvimos que hacer examen. Las clases se daban en inglés pero la profesora iba
muy despacio y se le entendía perfectamente, además eran casi clases particulares
ya que solo éramos 8 personas y todas Erasmus. La facultad queda cerca, a diez
minutos de la residencia Vinarska en tranvía, y además cuenta con el mejor
comedor universitario de toda la ciudad.
El principal motivo de mi elección por Brno fue el
económico, la vida allí es más barata en comparación a aquí en España. Y otro
de los motivos fue su situación geográfica, ya que ciudades como Viena,
Bratislava, Budapest, Wroclaw, Krakovia…quedan muy cerca y existen interesantes
conexiones de trenes y autobuses para facilitar el acceso a estos sitios de
interés turístico. A su vez como inconveniente, decir que solo existe vuelo
directo con ryanair a Brno desde Alicante, y no siempre está disponible esta
opción a causa del tiempo. En la gran mayoría de casos primero tendrás que ir a
Praga, Bratislava o Viena (que son las ciudades con aeropuerto más cercanas) y
de ahí coger un bus hacía Brno.
Lo que más me ha costado asimilar es que pasan
muchos días sin que salga el sol, i a las 16.00 es de noche. El frío es seco y
severo, con mínimas de -10 grados i máximas de 5 o 6 grados. Pero no fue el
mayor de mis problemas, allí consigues una buena chaqueta i al ser un frío seco
abrigado se supera (no hay tanta humedad como aquí). Además todos los locales
están muy aclimatados por lo que el modo de operar allí es ponerte una camiseta
de tirantes o manga corta abajo i un buen chaquetón por encima.
Recomiendo este destino y el Erasmus en general, sin duda es una experiencia que nadie puede entender solo con palabras, tienes que vivirla.
María Ahís Adell
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